Ten en mente que los casos de ahogamiento que ponen en peligro la vida de un gato son muy raros. Esto se debe, en gran parte, a que los gatos son muy quisquillosos con los alimentos que ingieren. Esto quiere decir que ellos, en comparación con los perros o incluso los niños, corren un riesgo menor de masticar o comer cosas que les causen ahogamiento. Un ahogamiento real ocurre cuando un objeto bloquea la parte trasera de la garganta y, en especial, la tráquea. Por este motivo, es poco usual que un gato coma algo lo suficientemente grande para causarle ahogamiento. Ten en cuenta que, en algunas ocasiones, los gatos hacen ruidos que aparentan ser un ahogamiento, pero que no lo son. En consecuencia, lo primero que debes saber es cómo identificar un ahogamiento real y luego aprender cómo responder ante uno

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